Portugal día 3: Sintra

by - 18:11

Rumbo a Sintra

Este día lo dedicaríamos a descubrir Sintra, ya que en nuestro anterior viaje no nos había dado tiempo a visitar nada más que el propio pueblo. Decidimos madrugar porque sabíamos que aparcar en Sintra es muy difícil y nos iba a llevar un rato. Al final acabamos encontrando un sitio en el medio de una cuesta a mitad de subida a la colina y allí lo dejamos.

Sintra es una pequeña villa enclavada en un parque natural y Patrimonio de la Humanidad desde 1995. Tiene muchísimas cosas para visitar, pero digamos que lo más podemos dividir en 3 zonas:

  • Zona alta: Es donde se encuentran el Castelo dos Mouros y el Palacio da Pena, ambas en lo alto de la sierra de Sintra. 
  • Zona baja: Donde se encuentra el propio pueblo, el Palacio Nacional y la Quinta da Regaleira
  • Otras zonas: Un poco más alejadas donde encontramos el Convento dos Capuchos, el Palacio de Montserrat o el Palacio de Queluz.
Al disponer sólo de un día hay que elegir bien qué se quiere visitar, ya que los sitios requieren tiempo no sólo de visita sino de desplazamiento entre ellos. Nosotros queríamos ver el Palacio da Pena y A Quinta da Regaleira, pero como aparcamos el coche más cerca del Castelo dos Mouros esa fue nuestra primera visita.

Castelo dos Mouros

El Castelo dos Mouros (Castillo de los Moros) es una fortaleza militar levantado por los musulmanes que ocuparon la península ibérica en el siglo X. Su función era como atalaya o torre de vigilancia. En el siglo XII fue conquistado por los cristianos y cayó en decadencia, quedando hoy en día las ruinas de lo que se dice que fue un castillo mucho más imponente que el de Sao Jorge en Lisboa.

La subida hasta el castillo se hace o bien a pie desde el pueblo o bien en autobús, aunque desde la parada aún hay que andar un poco. Nosotros fuimos a pie porque nuestro coche estaba muy cerca, y la subida fue espectacular. Se hace a través de caminos serpenteantes de piedra rodeados de naturaleza y con unas vistas increíbles. Además tuvimos la suerte de encontrar las hortensias (que nos encantan) en plena floración. Nos paramos a cada rato para sacar fotos. [Tip: Recomendable llevar un calzado cómodo y que sujete bien el pie porque el terreno es muy irregular]
Sin título Sin título Sin título Sin título Sin título
Entramos por la plaza de armas y enseguida me subí a la muralla  (soy muy cabra para eso y me chiflan los castillos). Según accedes puedes ir por el camino de la izquierda hasta la Torre Real, la torre más alta del recinto o hacia la derecha hacia la antigua Alcazaba. Debido a la altitud hacía muchísimo viento, y en algunos sitios daba cosica asomarse a mirar, porque las rachas de viento te movían aunque no quisieras.
Sin título
Escaleras de acceso a la muralla
Sin título
Almenas y la alcazaba, al fondo

Sin título
Vista del patio de armas desde las murallas
Por supuestos las vistas eran absolutamente espectaculares. Se divisaba todo el centro histórico de Sintra, alguno de sus monumentos más famosos ¡y hasta el mar Atlántico!.
Sin título
Vistas desde el castillo
Sin título
El frondoso bosque de Sintra
Sin título
Vistas del Palacio da Pena
Sin título
Vistas de la llanura con el mar al fondo
   Sin título
Siguiendo el recorriendo vuelves a llegar hasta el patio de armas, y desde allí fuimos a la otra parte a visitar la Alcazaba, donde residían las autoridades locales y por tanto, la zona más fortificada.
Sin título
Vistas de la Torre Real desde la Alcazaba
Sin título
La verdad es que la visita al castillo fue para mi de lo más gratificante. Desde pequeña me encanta subirme por los castillos y las murallas y poder hacerlo en un entorno tan espectacular en medio de la naturaleza y con esas vistas fue maravilloso. Por supuesto la visita nos gustó a todos, no sólo a mi, y es sin duda una de las visitas que más recomendamos en Sintra.

Palacio da Pena

Desde el castillo fuimos andando hasta el Palacio da Pena, que según ponía en las informaciones estaba a "sólo" 200 metros. Debían de ser metros en línea recta, porque nosotros tuvimos que deshacer el camino del castillo por los senderos y luego subir el monte de nuevo, y nos debió de llevar media hora fácil. Además como la subida es toda cuesta arriba cansaba bastante. También se puede subir en autobús desde la entrada, pero ya una vez puestos continuamos a pie. A mitad de subida se puso a llover y empezamos a apretar el paso para no mojarnos, así que llegamos a la cima totalmente desfondados xD

El Palacio da Pena fue residencia real de verano que mandó construir el rey Fernando II.  La construcción es una mezcla de estilos bastante peculiar y, sobre todo, llamativa, en consonancia con el espíritu de la época (siglo XIX) en el que lo exótico estaba de moda.

El exterior del palacio llama mucho la atención por sus vivos colores entre el verde de la montaña. A través de distintas terrazas, patios y puertas se puede ver un poco la amplitud del recinto y las vistas que dominan toda la zona. Perderse por allí y disfrutar de las vistas es de lo más recomendable, pero es el monumentos más visitado de Sintra y siempre está lleno de turistas.
Sin título
Puerta de entrada al palacio
Sin título
Fachada exterior del palacio
Sin título
Vistas desde la Terraza de la Reina con el mar de fondo
Sin título
Capilla del palacio
Sin título
Vista del Castelo dos Mouros desde el palacio
Visitar el interior del palacio fue un poco menos relajante, porque los espacios son pequeños y al haber tanta gente era un poco agobiante e incómodo. Era difícil apreciar la decoración de las salas o las explicaciones escritas cuando tienes a tu alrededor un montón de gente que no te deja pararte a disfrutar. Las estancias son bonitas, aunque no tan impresionantes como el exterior del palacio.
Sin título
Comedor con muebles de roble
Sin título
Detalle de la decoración del techo de una de las salas
Sin título
Habitación del servicio
Sin título
Cocina de palacio
Cuando terminamos de ver el palacio estábamos bastante cansados de tanto subir y bajar por la montaña de un lado a otro y por el calor que hacía. Por ello, paramos a comer en el restaurante del palacio, que era bastante justito pero que era lo único que había cerca. (Restaurante Palacio da Pena: mi crítica en Tripadvisor aquí).

El palacio cuenta con un magnífico parque lleno de encantos (norias, templos, estatuas, lagos, grutas...)  en el que podemos pasarnos horas, pero nosotros decidimos dejarlo para otra ocasión porque íbamos con el tiempo justo.

Quinta da Regaleira

Para la siguiente visita tuvimos que descender toda la montaña andando, lo que fue bastante duro (las fuerzas comenzaban a flaquear) y además el único camino para hacerlo a pie implicaba ir apartándose de los coches y los tuc-tucs que pasaban a cada rato. Me pareció un camino bastante peligroso, agotador y evitable, así que recomiendo bajar en bus porque el trayecto no tiene nada especial tampoco.

La Quinta da Regaleira es la casa de Carvalho Monteiro o Monteiro dos milhões (Monteiro, el millonario). Nació en Brasil de padres portugueses de los cuales heredó una fortuna que supo aprovechar añadiendo negocios de café y piedras preciosas. A principos del siglo XX compra los terrenos y encarga al arquitecto Luigi Manini la construcción de la casa, una capilla y un pozo entre otros. La decoración incluye elementos relacionados con la masonería, esoterismo o los templarios.
Sin título
Fachada del edificio principal de la Quinta da Regaleira
Sin título
Carvalho Monteiro, en el centro
El interior de la casa tenía varias habitaciones en obras, así que sólo pudimos ver algunas de ellos, con una decoración bastante sobria para lo original que nos pareció la fachada.
Sin título

Sin título
Vista del parque desde la casa
Sin título
Vistas del Castelo dos Mouros (izda) y Palacio da Pena (dcha) desde la casa
A parte de la casa lo impresionante es el parque, una extensión enorme de terreno que tiene escondidas grutas, pozos, lagos, torres y demás elementos distribuidos y pensados cuidadosamente.
Sin título
Interior de la capilla 
Sin título
Torre da Regaleira
Pero lo que más nos gustó fueron las miles de grutas que conectaban entre sí y con otras partes del jardín:
Sin título
Entrada a una de las grutas
Sin título
Interior de una de las grutas
Sin título
Pozo iniciático
Sin título
Pozo iniciático, usado en ritos masónicos
Sin título
Jardines 
 Para cuando salimos del recinto ya no nos daba tiempo a visitar nada más, así que volvimos al coche y pusimos rumbo a Carcavelos para cenar. Estábamos todos molidos y nos dolían los pies muchísimo. ¡Nos habíamos ganado el descanso!

Te puede interesar

0 comentarios