Grecia día 4: Chania (Creta)

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Conociendo Creta 

Atracamos a las 8 de la mañana en el puerto de Chania (pronunciado Janiá en griego y La Canea en castellano) en la isla de Creta, la mayor de las islas de Grecia. El paisaje que podíamos ver desde nuestro camarote no tenía nada que ver con el de Mykonos, se divisaban montañas y mucha vegetación. Decidimos desayunar en el restaurante, aunque no nos gustó mucho la experiencia porque no había sitios asignados y aunque estuviesen casi todas las mesas libres te asignaban una mesa ya ocupada para llenarla, así que podía ser incómodo porque tenías que andar molestando a la gente para que te dejara pasar para ir al buffet.

A las 9:30 nos dirigimos al teatro, nuestro punto de reunión con nuestra hostess para que nos diera las etiquetas para la visita en grupo. Nuestra guía fue Eirene (Irene en castellano y paz en griego) que habla genial el español y nos dio unas pinceladas sobre la historia de Creta y Chania. El día era increíblemente cálido, tanto por la temperatura (pasábamos los 30ºC) como por la humedad ambiental, que acentuaba todavía más el calor y te hacía sudar nada más dar dos pasos.

Breve historia de Creta

Creta es la cuna de la civilización minoica, la que se cree la más antigua civilización conocida de Europa hasta ahora, época en la que la isla vivió su máximo esplendor. estableciendo una talasocracia que duró hasta el siglo XV a.c. Después fue colonizada por otras civilizaciones y comenzó su decadencia. Durante la edad media pasó a manos del Imperio Bizantino, y posteriormente fue dominada por los otomanos.

La vegetación se caracteriza por su abundancia de plantas aromáticas, las cadenas montañosas y las playas.

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Vistas de Creta desde el barco
 Uno de los sitios arqueológicos más importantes de Creta y de Grecia es el Palacio de Knossos, un palacio minoico hogar del mítico minotauro y que se sitúa cerca de Heraklion, la capital. Yo tenía muchas ganas de visitarlo, pero el crucero atracaba en la otra punta de la isla, en la Canea, a más de dos horas en coche. Aún así la visita a la Canea merece mucho la pena.

La Canea

La Canea es la antigua capital de Creta y hoy en día la segunda en importancia después de Heraklion, la capital. Se encuentra sobre el yacimiento minoico de la antigua Kydonia o Cidonia. Durante la edad media fue vendida a los venecianos, que construyeron fortificaciones y la convierteron en un importante centro de comercio. Como el resto de Creta, fue tomada por los otomanos en el siglo XVII, que dominaron la isla hasta su expulsión en el siglo XIX, cuando pasó a formar parte de la Grecia independiente.

Son de interés su puerto, el barrio veneciano y el museo arqueológico, que sería lo que visitaríamos nosotros.

Nuestra visita comenzó por la agora, el mercado central, donde se pueden encontrar multitud de puestos de comida, hierbas aromáticas y productos artesanos de cuero y textil.
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Mercado central
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Puestos dentro del mercado
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Mercadillo en los alrededores del mercado central
Una de las plantas sobre las que nos llamaron la atención fue el díctamo, una hierba con propiedades medicinales muy típica de la región que se prepara en infusión. Y por supuesto las aceitunas también son omnipresentes, ya que el olivo es uno de los cultivos más extendidos.
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Sin título Entramos en la Catedral de la Canea, la principal iglesia de la ciudad, que durante la dominación turca fue convertida en una fábrica de jabón.
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Sin título Sin título Aquí se encuentran también dos estatuas, la primera de Atenágoras, patrón ecuménico de Constantinopla (un cargo honorífico parecido al de papa) y de Anagnostis Mantakas, que luchó por unir Creta con Grecia y que está representado con el traje típico cretense.
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El Museo arqueológico de Creta fue nuestra siguiente parada. Es un museo pequeñito pero muy interesante, que reúne diversas piezas minoicas y romanas en un antiguo monasterio veneciano.
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Exterior del museo arqueológico, antiguo monasterio veneciano
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Interior del museo
Aquí se pueden encontrar restos de tablillas de escritura lineal A (de escritura minoica y que sólo ha sido descifrado en parte) y lineal B (de escritura micense) ambas precursoras del griego.
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Tablillas de escritura
También se pueden encontrar sellos, cerámicas, monedas y joyería, estelas y mosaicos e incluso sarcófagos minoicos.
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Sellos minoicos
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Sarcófago minoico
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Mosaico romano
En el patio del museo destaca la fuente turca, vestigio de cuando el monasterio fue convertido en mezquita. Durante esa época, en pleno verano, se podía oir el atronador sonido de las cigarras o chicharras, muy comunes ahí pero no tanto en Galicia. Era la primera vez que las oíamos y las reconocimos por haber jugado al Animal Crossing xDDDD
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Fuente turca en el patio del monasterio
Lo único malo del museo es que no tenía aire acondicionado, y dada la elevadísima humedad y las temperaturas estábamos todos sudando y al borde del desmayo. Algunas familias con hijos tuvieron que irse, y yo aguanté a duras penas intentando referescarme con el sombrero.
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Intentando sobrevivir dentro del museo
Tras una breve explicación y paseo por el puerto veneciano nos dejaron a nuestro aire para explorar, por fin.

El puerto veneciano es sin duda una de las vistas más famosas de la isla y con razón, pues es precioso. Casitas de colores con ventanas rectangulares y un mar turquesa increíble que conquistaban nada más verlo.
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Al otro lado del puerto se encuentra la Mezquita de los Jenízaros, el edificio otomano más antiguo de Creta, al cual le falta el minarete, que fue destruido durante la II Guerra Mundial. Desde que dejara de ser una mezquita ha tenido diversos usos como café, restaurante u oficina de turismo. Hoy en día es un centro de exposiciones.
Sin título En uno de los extremos del puerto nos encontramos con la Fortaleza de Firkas, construida en el siglo XVII para proteger la ciudad y donde fue izada por primera vez la bandera griega, en 1913. Hoy en día alberga el Museo de Historia Naval.
Sin título Sin título Sin título Desde esta fortaleza se pueden obtener impresionantes vistas del puerto y del faro, uno de los más antiguos del mundo.
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Continuamos nuestra visita por el barrio judío, con sus estrechas callejuelas, animadas y preciosas.
Sin título Sin título Sin título Sin título Después fuimos hacia el otro lado del puerto, donde se encuentran los antiguos astilleros venecianos y desde donde se divisa el puerto veneciano.
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Antiguos astilleros
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Bastión de San Nicolás
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Vistas del puerto
Nos llamó la atención que uno de los souvenirs más ubicuos eran trozos de esponja natural.
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Terminamos la visita entrando en la Catedral católica de la Asunción:
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De ahí ya nos reunimos con la guía y el resto del grupo para volver al barco. El sonido de las chicharras era incesante, y aunque se camuflan con la corteza de los árboles si te fijabas bien podías divisar cientos de ellas amenizando el día con su música:
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Tarde de relax

La verdad es que la visita a Creta nos había encantado, pero acabamos agotados por el calor, así que aprovechamos la tarde para relajarnos en el barco. Primero intentamos ir a la piscina, pero estaba repleta de gente y no había una sola tumbona libre. Nos fuimos a la terraza a la sombra, donde se estaba un poco mejor, y pasamos la tarde leyendo y hablando mientras nos alejábamos de Creta hacia un nuevo destino.
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Primera vez en el restaurante

Por la noche cenamos por primera vez en el restaurante, al fin nos cuadraba un día que teníamos hambre a esa hora xD (el turno era a las 19:30). Nuestro camarero nos explicó como funcionaba el sistema al vernos cara de nuevos,  al fin y al cabo nuestra mesa había pasado 4 cenas vacía y era la primera vez que íbamos, así que no teníamos ni idea. La verdad es que teníamos miedo que nos pusieran en una de esas mesas alargadas para compartir, por eso no teníamos muchas ganas, pero era una mesa de dos, ¡perfecta para unos lunamieleros como nosotros!. Nos explicó que la cena iba a la carta, que consistía en primero, segundo y postre. Una parte de la carta era fija, mientras que otra parte iba cambiando cada día.
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Obviamente la comida era mucho más elaborada que la del buffet y todo estaba en su punto, así que daba gusto poder variar y comer algo un poco más "fresco". Los dos nos decidimos por pescado de plato principal, porque en el buffet suele estar más seco y pasado de punto. Estaba todo muy bueno.
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Después de la cena fuimos un rato al teatro, el espectáculo estaba bastante bien, pero sólo vimos una parte porque era el pase del turno de la cena de las 21:30, así que vimos casi hacia el final. Nuestro pase empezaba a las 22:00, pero se nos hacía ya muy tarde teniendo que madrugar tanto para las excursiones, así que nunca nos apetecía quedarnos hasta tan tarde.
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Sí aprovechamos para dar una vuelta por la cubierta de la piscina, donde había baile. Aunque nos encanta bailar Mr. Knook estaba un poco cortado y no tenía el día bailongo ni la cosa estaba muy animada, así que estuvimos un ratito bailando y luego ya nos fuimos a dormir.

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