Este es un post resumen con todas las cosas que nos encantaron, nos sorprendieron o nos decepcionaron en nuestro viaje y que pueden servir para los próximos viajeros. Siempre desde nuestra propia experiencia y con nuestro propio criterio.
NOS HA ENCANTADO / GRANDES EXPERIENCIAS
- El sakura y el hanami: El ambiente durante la floración del cerezo es especial, esos cerezos con flores blancas que parecen nevados y un montón de japoneses en estado de éxtasis haciéndose fotos en los parques.
- Tener una guía japonesa vestida con kimono y con un iPad como herramienta que hablaba español y que adoraba Sevilla en el Museo Edo.
- El ambientillo de Ameyoko: Un mundo aparte, este mercadillo vibrante y caótico nos hace olvidarnos de del ambiente recto que imperan en el resto de la ciudad.
- Dormir en futón y tatami, como auténticos japoneses.
- Los ciervos sueltos en Nara y Miyajima.
- Comprar la omikuji (la lotería sagrada), que nos salga buena suerte y no tener que atarla en un árbol. Aunque no nos engañemos, ésto último también nos habría gustado!.
- Las tapas de alcantarilla con motivos de los sitios en cuestión
- Los postres europeos a la japonesa: nunca un croissant o una napolitana han sido tan ricos como en Japón.
- Los carteles del metro de Japón y en general cualquier tipo de cartel o anuncio: imaginación al poder!
- Los templos zen: Se respira paz y tranquilidad, y los jardines suelen ser muy hermosos.
- Probar un kimono: y descubrir que en realidad no son tan incómodos y que favorecen un montón!
- Las colecciones de sellos: En casi todos los puntos turísticos había sellos del sitio en cuestión, empezabas por el chiste...¡y te volvías adicta!
- El shinkansen: eficacia y puntualidad, eso sí, no todos son iguales, fíjate bien antes de subir!
- La comida de plástico: Algo que nos pareció cutre en un principio y muy útil al final, ¿alguien que se anime a montar algo así conmingo en España?
- El Capsule Ryokan de Kioto y su magnífica guía con todo lo que un turista puede desear: sitios dónde comer, qué ver, tiendas y supermercados...
Tocaba levantarse temprano para no llegar muy tarde a casa. Nos esperaban varias horas de coche hasta regresar a Galicia.
Habíamos decidido parar antes en Plasencia, y a las 11:30 ya estábamos explorando la ciudad. A pesar de que era temprano, estaba todo muy animado, ya que al ser Domingo de Pascua o de Resurección, tenía lugar la Procesión del Encuentro.
Habíamos decidido parar antes en Plasencia, y a las 11:30 ya estábamos explorando la ciudad. A pesar de que era temprano, estaba todo muy animado, ya que al ser Domingo de Pascua o de Resurección, tenía lugar la Procesión del Encuentro.
Conociendo Cáceres
Sábado, por fin abandonaríamos el hotel del infierno, o eso pensaba yo. Pero a primera hora de la mañana recibí una llamada de la agencia diciendo que los del hotel de Mérida, donde estábamos, no nos querían anular la última noche, y que la quieren cobrar igual. Afortunadamente, mi suegra, de buenas maneras, consiguió convencer a los del hotel (con una velada amenaza de presentar una denuncia en Consumo) y por fin fuimos libres de irnos. Por desgracia este contratiempo nos llevó unas dos horas resolverlo, así que en vez de marcharnos a primera hora como era nuestra intención, tuvimos que esperar retenidos hasta las 11.Una hora después llegábamos a Cáceres, y después de localizar nuestro nuevo hotel (Hotel Extremadura: mi crítica en Tripadvisor aquí) y dejar las maletas ya estábamos listos para recorrer las calles de su casco histórico. Apenas había una caminata de 15 minutos desde el hotel al centro, así que fuimos paseando tranquilamente por las calles, que estaban muy animadas.
Enseguida llegamos a la Plaza Mayor:
Seguimos en el hotel del infierno
Nos despertamos temprano y fuimos a desayunar. El único aspecto positivo fue que había torrijas, pero el café sabía a rayos (era de polvos). Al volver a quejarnos sobre el calor de la habitación nos dijeron que no nos preocupásemos, que ya no iba a hacer tanta calor. ¿Qué clase de respuesta era esa? En fin, no nos íbamos a amargar ya de primera mañana, así que rezando para que fuera así nos fuimos a conocer Mérida.El teatro y el anfiteatro romano
La primera parada fue en el teatro romano, donde cogimos una visita guiada. La primera visita, que era a las 10:00, ya estaba llena, así que nos tocó la de las 10:30. Mientras tanto, hicimos tiempo en una cafetería cercana, para desquitarnos del horrible café del hotel.A las 10:30 estábamos ya en la entrada del teatro con nuestra pegatinas bien visibles. La guía, Juana, una arqueóloga, nos contó con mucha gracia toda la historia de Mérida, valiéndose de un niño que estaba allí con sus padres.
Mérida se llamaba en época romana Agusta Emérita, y fue fundada en el 25 a.C. como una colonia por veteranos legionarios licenciados (llamados eméritos), a los que se les regaló estas tierras como premio por sus buenos servicios. Más tarde se convirtió en la capital de la provincia de Lusitania, una de las 3 en las que quedaba dividida la Península Ibérica.
División provincial romana en el 27 a. C. Fuente: Wikipedia |
Nos hacía mucha ilusión conocer Mérida, esos restos del teatro romano hace mucho que figuraban en mi lista de sitios pendientes de visitar. Esta vez se apuntaron mis suegros, porque mi suegro había hecho la mili allí y le apetecía recordar viejos tiempos.
Esta vez pudimos admirar la bella Plaza Mayor en todo su esplendor (el año pasado cuando fuimos Mr. Knook y yo tenía unas casetas de la Feria del Libro por toda la Plaza que limitaban su visión). Además el tiempo era magnífico y las calles estaban llenas de gente.
Una breve parada en Salamanca
Nos levantamos muy temprano, y a las 8:30 de la mañana ya estábamos en la carretera. Habíamos decidido parar en Salamanca, pues mis suegros no lo conocían, y era una buena idea parar allí, que más o menos está a mitad de camino, estirar las piernas y aprovechar para comer. Llegamos allí en torno a la una de la tarde.Esta vez pudimos admirar la bella Plaza Mayor en todo su esplendor (el año pasado cuando fuimos Mr. Knook y yo tenía unas casetas de la Feria del Libro por toda la Plaza que limitaban su visión). Además el tiempo era magnífico y las calles estaban llenas de gente.