Marrakech día 3: La zona nueva

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Después del tute que nos habíamos pegado el día anterior, habíamos decidimos tomarnos el día más en plan relax. Nos levantamos un poco más tarde y desayunamos en el patio del riad, ya que el día estaba nublado y la opción de desayunar en la terraza no era la más adecuada. Esta vez se olvidaron de ponernos el huevo cocido, y nos preguntaron si queríamos el té azucarado o no. Mr. Knook ve cielo abierto y se pide uno sin azúcar, porque aunque el original es con azúcar, puede ser muy dulce si no estás acostumbrado.

Guéliz e Hivernage

A las 10 salimos del riad y nos dirigimos hacia la Mezquita de la Koutubia, apartándonos de la Medina. Hoy exploraríamos el Marrakech más moderno: las zonas de Guéliz e Hivernage. El cielo estaba bastante nublado y la temperatura era bastante fresca. Echamos de menos el sol del día anterior. En el recorrido hacia la Koutubia a mi madre le llamó la atención una palmera, hasta que nos dimos cuenta de que era una antena de telefonía camuflada!
172 - Jardines de la Koutubia
Atravesamos los Jardines de la Koutubia, y a la salida nos encontramos con un guía oficial que nos preguntó si necesitábamos sus servicios y alabó mi tatuaje de henna. Era el primer guía que veía. Por lo visto ahora tienen todo el tema muy controlado. No teníamos necesidad de guía ese día, así que denegamos su invitación amablemente y nos dedicamos a explorar los alrededores de la mezquita.
173 - Jardines de la Koutubia 174 - Jardines de la Koutubia
Rodeamos las murallas de la Medina, tan características, y nos perdimos sin rumbo por las calles.
176 - Gueliz e Hivernage
Guéliz, la ville nouvelle, no se construyó hasta principios del siglo XX, cuando los franceses empezaron a gobernar la ciudad y quisieron apartarse de la Medina. Hivernage es un barrio al sur de Guéliz, y la primera zona que visitamos. El ambiente es muy diferente al de la medina. Las calles son anchas y decoradas con olivos, hay poca gente en la calle y nadie te agobia ofreciéndote nada. Las casas y los edificios son muy modernos, pero siguen teniendo ese característico color por el que la llaman "La ciudad roja".
177 - Gueliz e Hivernage
En estas zonas no hay mucho que ver, es muy parecida a cualquier ciudad europea. Decidimos ir andando hasta los Jardines Majorelle, pero tomándonoslo con calma, para ver si despejaba el día mientras tanto. De camino nos encontramos a un señor con un pavo real en brazos por el medio de la carretera y de los coches, y aunque llegamos tarde a hacer la foto, era bastante sorprendente visto en vivo y en directo. Sobre todo por el impresionante color azul del pavo.
178 - Gueliz e Hivernage

El Jardín Majorelle

Cuando llegamos al Jardín Majorelle ya empezaba a despuntar el día, aunque los rayos de sol apenas calentaban. Aún así pudimos disfrutar del jardín con sol. Este jardín botánico fue diseñado por el pintor francés Jacques Majorell y años después fue rescatado del olvido por Yves Saint-Laurent. Es un vergel con multitud de plantas: bambú, cactus, buganvillas rosas y sobre todo, el predominante color "azul majorelle". Sin duda una visita muy recomendable y diferente.
179 - Jardines Majorelle 180 - Jardines Majorelle 183 - Jardines Majorelle 187 - Jardines Majorelle 190 - Jardines Majorelle 191 - Jardines Majorelle 192 - Jardines Majorelle
Después de disfrutar del jardín repusimos fuerzas en un café cercano (Kaowa: mi crítica en Tripadvisor aquí) donde dimos cuenta de unas deliciosas quiches de berenjena y calabacín y probamos también los briouats con diferentes rellenos (espinacas, queso y carne).
193 - Jardines Majorelle

Paseo en calesa

Para volver a la Medina nos decidimos por coger una calesa. Estábamos muy cansados para volver a pie y el paseo en calesa es de las cosas que recomiendan. Desafortunadamente regateamos tan mal que nos tomaron el pelo, para variar. En teoría un paseo en calesa debería valer como mucho unos 20€ por dos horas de paseo recorriendo la muralla, viendo las puertas y demás. A nosotros nos cobraron eso mismo por media hora de paseo y que nos dejaran en la Plaza... Pero estábamos tan cansados y te lían tanto (que si recorrido de una hora visitando esto, de dos horas visitando lo otro, de media hora viendo sólo esto y esto...) que fue lo mejor que pudimos sacar.

La verdad es que el paseo en calesa no me gustó mucho. La calesa era de esas super horteras (aunque las había peores, completamente adornadas de cascabeles) y el recorrido por el medio de la carretera no era para nada bonito.
195 - Paseo en calesa
Cuando nos acercamos a la Medina ya empezó a tener más interés, viendo la muralla y las puertas, pero tampoco lo recomendaría, sinceramente.
196 - Paseo en calesa
Puerta de entrada a la Medina
198 - Paseo en calesa
Puerta de Bab Agnaou
199 - Paseo en calesa
Otra puerta
El conductor de vez en cuando nos iba señalando los edificios más importantes, pero la verdad es que era un poco pesado y ante nuestra alarmante falta de interés (ya habíamos visto casi todo el día anterior) cada vez lo hacía con más desidia. Cuando llegamos a la plaza estábamos deseando librarnos de él y él de nosotros...
201 - Paseo en calesa 202 - Paseo en calesa
Hicimos una breve parada en el riad para acordar el precio de la excursión del día siguiente a Essaouira. Nos propusieron un precio de 38€ por persona en un taxi a nuestra entera disposición durante todo el día. Al final pagamos 34€/persona y quedamos al día siguiente para la 8 de la mañana.

Visita al Centro Artesanal

Teníamos planeado acercarnos hasta los Jardines de la Menara, pero como quedaba algo lejos y estábamos bastante cansados nos decidimos por algo más cercano y pusimos rumbo al Centro Artesanal.

Desde el primer día nos había llamado la atención que los autobuses eran Alsa, y sus paradas, mucho más bonitas que las nuestras:
200 - Paseo en calesa 203 - Centre artisanal
El Centro Artesanal prometía compras de productos típicos sin regatear, pero al final todo era mucho más caro. Aquí tenían todo lo que se vendía en los zocos: jaboneras, tajines, lámparas, alfombras, chilabas, platos, vasos, teteras...
207 - Centre artisanal
Algunos también de dudoso gusto, como los que se exponían en la segunda planta, creación de diseñadores marroquíes.
205 - Centre artisanal
Sí, son sillas y  mesas de aliens. Sin comentarios...
Era también un poco laberíntico y acabamos perdiendo a mi madre entre tal cantidad de objetos. La buscamos por toda la tienda y no aparecía. Al final la encontramos después de 15 minutos, no se había movido del sitio por dónde habíamos entrado y ni se había enterado de que nosotros no estábamos...

A esa hora las calles empezaban a llenarse de gente, y nosotros decidimos ir a algún café chulo para descansar y relajarnos.
204 - Centre artisanal 206 - Centre artisanal 208 - Centre artisanal

Relax en el Café des Épices

En realidad lo que hicimos fue deshacer el camino hasta la Plaza, como siempre abarrotada:210 - Plaza Jemaa El Fna 212 - Plaza Jemaa El Fna
Ya puestos fuimos hasta la Plaza de las Especias, a uno de los cafés que llevábamos anotados en nuestra guía (Café des Épices: mi crítica en Tripadvisor aquí).
213 - Cafe y Place des Épices
Este café tiene una terraza con unas vistas fenomenales, alcanzábamos a ver incluso las montañas nevadas del Atlas. Pero estaba anocheciendo y empezaba a refrescar, así que después de las fotos de rigor nos acomodamos en el primer piso y nos calentamos con un té a la menta.
214 - Cafe y Place des Épices 216 - Cafe y Place des Épices
220 - Cafe y Place des Épices219 - Cafe y Place des Épices

Una cena en un local típico

Aunque los locales más turísticos eran preciosos y no especialmente caros (precios europeos, eso sí), decidimos cenar en un local más tipico que suelen recomendar en algún foro (Restaurante El Bahja: mi crítica en Tripadvisor aquí).
222 - Cena en el Bahja 224 - Cena en el Bahja
Aquí la especialidad eran las carnes a la brasa y la casquería. Mi madre y Mr. Knook probaron riñones e hígado de cordero y las salchichas típicas marroquíes. Como no me gusta nada de eso me pedí un tajín de pollo con verduras. La verdad es que era un sitio donde apenas había turistas y los precios eran locales (unos 4€ cada plato). Nosotros pagamos al final 12€ en total por 3 personas.

Al terminar la cena mi madre dijo que le apetecía una copa, así que subimos a la terraza del Café de France, pero allí no servían alcohol. Fuimos a otra cafetería y tampoco. Cuando le preguntamos a uno de los señores de la puerta nos dijo que en toda la Medina no se servía alcohol (algo que ya habíamos comprobado que no era cierto) y que tendríamos que salir a la zona nueva. Entonces apareció un chico intentando vendernos un local para cenar, y cuando le dijimos que ya habíamos cenado y lo que buscábamos, nos llevó a otro local muy cercano donde sí servían alcohol. Por supuesto nos pidió una propina a cambio. El restaurante (Le Marrackhi: mi crítica en Tripadvisor aquí) era uno de los restaurantes que se recomendaba mucho antes, pero que parece que ahora está de capa caída en cuanto al tema de comida. De cualquier forma para tomar algo tampoco importaba mucho y la verdad es que tenía un ambiente muy chulo, todo decorado con velas y hasta con unas (mediocres) bailarinas de vientre que sabían perfectamente que su mejor "presa" eran los señores mayores.
225 - Copas en Le Marrachi
El pobre señor al que se le ocurrió meterle billetes en el sujetador de una de las bailarinas no sabía que se iba a convertir en el objetivo de las demás para ver si tenían la misma suerte xDD
226 - Copas en Le Marrachi
Y conmigo rogando que nos volviésemos al riad porque estaba muerta de sueño, dimos por concluido nuestro tercer día en Marrakech.

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